Aunque parece un poco laboriosa esta receta, tampoco es muy complicada, se puede preparar con antelación en ratos perdidos y antes de servir, simplemente calentarla al horno.

Primero prepararemos mi habitual salsa de tomate para untar el tomate, pero podéis untarlo de lo que gustéis (mayonesa, foie gras, etc), en este caso opte por triturar un tomate con abundante aceite y sal con la batidora para untar el pan de molde que para mi gusto le da más jugosidad.

Con el rulo de estirar la masa, aplastamos las rebanadas de pan de molde, colocamos sobre ellas los tranchetes de queso y sobre estos unos tres boquerones fritos, retirándoles la cabeza y la raspa. Enrollamos el pan sobre sí mismo, con la ayuda de un plástico de cocina, con el cual envolveremos el pan, guardándolo en el frigorífico como mínimo una hora para que el pan memorice su nueva forma.

Mientras, partimos en dos cada tomate cherry y los colocamos en una sartén (a poder ser cuadrada) donde habremos colocado un chorrito de aceite y los cocinamos a fuego bajo unos 5 minutos tapados. Juntamos las claras con los dos huevos, sal y azúcar (para matar el ácido del tomate) y batimos.

Cuando los tomates comiencen a estar tiernos, volcamos el huevo batido sobre ellos y realizamos una tortilla, dándole todas las vueltas que consideremos necesarias. Dejamos enfriar para trabajar con comodidad.

Antes de servir, cortamos en dos la tortilla, la colocamos sobre dos platos aptos para el horno y sobre la tortilla colocamos los rollitos de boquerones que preparamos con anterioridad, retirándoles el plástico y cortándolos en dos. Horneamos durante 10-15 minutos a 150º a partir de horno frío. Servir calientes.