Mezcla el vino, 100 ml de aceite y sal. Ve añadiendo, poco a poco, 340 g de harina amasando con las manos hasta formar una masa homogénea. Dale forma de bola, tápala y déjala reposar durante 30 minutos en la nevera.

Mientras tanto, cuece 4 huevos en agua con sal unos 8 minutos. escúrrelos, déjalos enfriar y pélalos.

Lava los pimientos, el calabacín y la berenjena y corta todo en daditos. Pela y pica finos la cebolla y los dientes de ajo.

Calienta 2 cucharadas de aceite en una cazuela, añade la cebolla y las verduras, y rehógalas unos minutos, removiendo. Añade el ajo y las ramitas de tomillo, y ajusta de sal. Mezcla, agrega la salsa de tomate y deja cocer unos 10 minutos. Corta los huevos en daditos, incorpóralos al pisto, sazona y mezcla.

Enharina la superficie de trabajo y un rodillo, y estira la masa con él. Luego, córtala en discos de unos 7 u 8 cm de diámetro con un cortapastas o un vaso. Pincélalos con el huevo restante batido y reparte en la mitad de ellos 2 cucharadas del pisto.

Cubre los discos con el pisto con el resto de círculos de masa, sella los bordes primero apretando con los dedos y luego con las púas de un tenedor.