Lavamos y escurrimos bien las setas.
Salpimentamos los filetes de solomillo y los freiremos con aceite de oliva bien caliente. Los doraremos por las dos caras y los reservaremos.

En otra sartén freiremos las setas si son frescas o congeladas para que suelten el agua. Si las setas son deshidratadas no es necesario freírlas.

En el mismo aceite sofreímos lentamente la cebolla cortada muy fina. Cuando la cebolla esté un poco dorada añadimos la harina, el ajo y el perejil picados. Removeremos para que se cueza un poco la harina.

A continuación añadimos el tomate troceado pequeño y sin piel. Sofreímos todo junto y añadimos la hoja de laurel.

Ponemos el vino en la cazuela y el cubito de caldo desmenuzado. Cuando haya evaporado un poco el alcohol, añadiremos el agua caliente.

Cuando el caldo de la cazuela hierva, pondremos los filetes junto con el jugo que haya soltado la carne al freírla. Dejaremos cocer durante unos 20 minutos a fuego lento.

Sacaremos la carne de la cazuela y apartaremos la hoja de laurel. Batiremos la salsa con un batidor eléctrico o con un colador chino.

Pondremos la salsa en la cazuela junto con los filetes. Añadiremos los piñones y las setas. Removeremos y cuando esté la salsa caliente pondremos el brandy. Si es necesario añadiremos más agua caliente.

Taparemos la cazuela y acabaremos de cocer la carne con el fuego bajo, moviendo la cazuela de vez en cuando para que no se pegue la salsa.

Coceremos hasta que la carne quede tierna. Este plato es mejor prepararlo con antelación, ya que reposado está mucho mejor.