Mezclar la leche con la vainilla en un cazo y calentarla. Cascar los huevos en un cuenco y batirlos con el azúcar hasta que estén espumosas. Añadir la maicena y remover. Incorporar la leche templada, en un hilo y sin dejar de mezclar para que no se formen grumos. Volver a poner en el cazo y llevar en ebullición. Cocer diez o doce minutos a fuego suave y removiendo con la cuchara de madera hasta obtener una crema ligera.

Precalentar el horno a 180º. Pelar las manzanas y cortarlas en rodajas finas, retirando el corazón. Estirar la masa con el rodillo, utilizando la harina y forrar con ella un molde desmontable, engrasado con mantequilla.

Verter la crema de vainilla y cubrir la superficie con los gajos de manzanas, las nueces y las pasas. Hornear 20 minutos y retirar.

Diluir la mermelada con un poco de agua templarla. Pintar la tarta con la mermelada. Dejar enfríar en la nevera y servir.