Cinnamon Rolls con mascarpone

En un cacito, calentamos hasta que esté tibia la leche (yo usé entera pero eso queda al gusto) y la mezclamos con la levadura. Dejamos reposar.

En un bol de mezcla, añadimos la mantequilla o margarina previamente calentada (al micro, por ejemplo a máxima potencia es 1min + o -) y añadimos la harina, el azúcar. Hacemos un agujero en el centro de la harina y añadimos el huevo

Una vez tengamos todos esos ingredientes, añadimos la mezcla de la leche con la levadura y mezclamos todos con las manos, una cuchara de madera o las típicas varillas. Yo usé las varillas y las manos porque me gusta ensuciarme cuando hago repostería (😝)

Mezclamos todo hasta que nos quede una masa que no se pegue. Truco: podéis añadir un poquito de harina si os hace falta para facilitar el proceso. Yo necesité añadir 4 cucharaditas porque amasar con las manos ya sabemos que es más complicado.

Una vez tengamos la masa, la dejamos reposar unos 10 min y pasado este tiempo, enharinamos nuestra zona de trabajo y ponemos la masa.

Amasamos con un rodillo en forma rectangular (con nuestra zona de trabajo como dije bien enharinada) y una vez tengamos el rectángulo, añadimos los ingredientes del relleno.

Repartimos bien en el rectángulo la mantequilla primero, después el azúcar y finalmente la canela. Obviamente podéis cambiar estas cantidades si queréis más o menos azúcar o canela. En mi opinión, el azúcar vainillado queda mucho mejor porque le da ese toque dulzón.

Ahora comenzamos a enrollar nuestra masa hasta que nos quede un bonito tubo. Cortaremos con un cuchillo los rollos de unos 3 o 5 cm de grosor.

Repartimos nuestro rollitos en una bandeja apta para horno que sepamos que no se pegaran o la cubrimos con papel de horno. Precalentamos el horno a 180°, y sin ventilador con calor arriba y abajo y cocinamos durante unos 15-20 min.

Mientras tenemos los rollitos en el horno, podemos aprovechar para hacer el glaseado. En el mismo cazo de antes, y a fuego fuerte mezclamos el mascarpone con el chocolate hasta que el chocolate esté bien fundido y mezclado con el mascarpone. Truco: podéis añadir un hilito de leche para ligar bien la mezcla.

Una vez hayamos sacado los rollitos del horno, los podemos cambiar de fuente si fuera necesario y repartir por encima el glaseado para que se mezcle bien con la masa. Dejamos enfriar (si somos capaces porque están de miedo) ¡y listos! Ya tenemos nuestros rollitos! Bon profit!!!