Ponemos una olla con 1 litro de agua, sal, laurel y cocemos los mejillones. Cuando se hayan abierto los sacamos de sus conchas y colamos el caldo. Se reserva ambos.

Pelamos la mitad de las gambas, pero no tiramos las cabezas y peladuras. El resto de gambas las dejamos enteras y reservamos.

Ponemos una sartén con un buen chorro de aove, 4 dientes de ajos pelados y fileteados, cuando empiecen a tomar color añadimos las cabezas y peladuras de las gambas dejando que se frían machacando las cabezas, añadimos también la guindilla, un poco de sal y el pimentón, agregamos vino y cuando lleve cocinándose unos 10 minutos lo colamos todo, con esto hemos obtenido un riquísimo aceite de gambas. Se reserva.

En la misma sartén con el resto que haya quedado de aceite hacemos a la plancha las gambas que tenemos enteras. También podemos hacerlas al final para que no se enfríen.

En la misma olla donde cocimos los mejillones echamos el aceite de gambas que tenemos reservado y el resto de los ajos pelados y machacados, dejamos que se frían los ajos, lo apartamos del fuego y con cuidado, añadimos el agua de cocer los mejillones y la pasta. Dejaremos que se haga la pasta hasta lograr el punto que nos guste.

Cuando la pasta esté cocida y dejando el caldo que tiene incorporamos las gambas crudas y peladas que habíamos reservado, se cocerán con el calor residual, agregamos los mejillones y removemos todo. Quedará una pasta caldosita y deliciosa.

Espero que lo disfrutes!!!