Aperitivo de panna cotta de trucha ahumada sobre galletas parmesanas

Juntar la harina, el queso parmesano y la mantequilla blandita. Mezclar con la yema de los dedos obteniendo así una textura arenosa, luego formar una bola. Aplastarla con las manos y envolverla en film transparente. Meter en la nevera durante 1 hora. No es necesario echar sal a la masa ya que el queso parmesano es suficientemente salado.

Precalentar el horno a 180°. Sacar la masa de la nevera. Poner la masa en una mesa de trabajo enharinada. Dejar que se atempere un poco para extenderla más con ayuda de un rodillo. Como las galletas serán la base de los panna cotta, cortarlas con un cortador de galletas algo más grande que la base de los panna cotta.

A medida que se van cortando, va sobrando masa, lo ideal es juntar la masa sobrante, extenderla y seguir cortando galletas hasta que no quede masa sufiente.

Cuando vayamos a consumirlos, montar 2 horas antes los panna cotta sobre las galletas. Sacar los panna cotta del congelador, desmoldarlos y colocarlos encima de las galletas parmesanas.

Una vez montados los aperitivos, meter en la nevera durante 2 horas antes de la degustación para que el panna cotta se descongele.

Antes de servir decorar con las huevas de pescado.