Pastel sangriento (postre o merienda Halloween)

En un bol poner la mantequilla blanda y el azúcar. Batirlos con batidora eléctrica y añadir los huevos, uno a uno, y la esencia de vainilla.
En otro bol poner la harina, el cacao, la levadura y la sal. Mezclar.
En un tercer bol poner la leche y el colorante. Mezclar hasta que la leche tome un color rojo intenso.

Incorporar una tercera parte de los ingredientes secos a la mantequilla mezclada con el azúcar. Añadir un tercio de leche con colorante y batir bien.

Continuar añadiendo tercios de los ingredientes secos y de leche con colorante hasta que todos los ingredientes se mezclen bien.

Tratar de no batir demasiado la mezcla.
En una compotera mezclar el vinagre y el bicarbonato hasta que la preparación espume y salgan burbujas. Añadirla rápidamente a la masa del pastel.

Verterla en un molde desmotable, previamente engrasado (con margarina) y enharinado.
Romper tres galletas Oreo en trocitos y echarlas en la masa.

Cocinar el bizcocho en horno precalentado a 180 ºc C entre 20 y 25 minutos o hasta que, al insertar un palillo, este salga limpio. Sacar el bizcocho del horno y dejarlo enfriar a temperatura ambiente.

Mientras tanto, mezclar en un recipiente el cacao con la leche hasta obtener una crema. Cubrir con esta crema la superficie del bizcocho, una vez que se lo ha desmoldado. Guardar el pastel en la nevera para que el chocolate quede ligeramente seco (unos 10 minutos).

Preparar el glaseado mezclando el azúcar con las claras de huevo y añadiendo el colorante rojo. Estos ingredientes deben mezclarse bien con varilla hasta que adopten una textura cremosa de color rojo muy intenso, como sangre.

Esparcir casi todo el glaseado sobre la crema de cacao sin que se mezclen. Esparcirlo de manera despareja como lo muestra la foto. Enfriar el glaseado en la nevera unos 10 minutos.

Con trocitos pequeños de fondant blanco hacer los fantasmas. Sus ojos y bocas son huecos pequeñitos hechos con palillos. Disponerlos sobre la superficie de la tarta de manera decorativa.

Con un trocito de fondant negro hacer el ataúd y con trocitos de fondant blanco el esqueleto y las dos calaveras.

Poner adornando el bizcocho el esqueleto dentro del ataúd y las dos calavera a los lados.

Armar las caritas de brujas con las galletas Oreo. Sus sombreros con fondant negro y sus ojos y boquitas con confetis de colores.

Adornar el pastel con las caritas de brujas y con sus respectivas escobas de fondant blanco mezclado con una cucharadita de canela en polvo.

Cortar la masa de hojaldre (previamente descongelada) en forma de cuchillo o machete. Ponerlo en una asadera con papel vegetal y cocinarlos en horno precalentado a 180º durante 15 minutos.

Poner el cuchillo o machete de hojaldre a un costado del pastel y mancharlo con un poco de glaseado rojo simulando sangre.

Para servir el pastel se pone un adornitos de fondant en cada porción.

Enfriar en la nevera hasta el momento de servir.

Así se verá la porción de pastel red velvet con trocitos de galletitas Oreo.