Pollo agridulce

En primer lugar ponemos un vaso de agua en un cazo y añadimos: cuatro cucharadas de ketchup, una cucharada de salsa de soja, tres cucharadas de vinagre de arroz, dos cucharadas de azúcar moreno y un poco de sal.

Removemos todo y ponemos a calentar para que la salsa vaya reduciendo.

Mientras, picamos los ajos en láminas y la cebolla, los pimientos y la piña en cuadrados más o menos de un centímetro por lado.

Cortamos ahora el pollo en trozos "de bocado" y lo ponemos en un cuenco amplio.

Añadimos al pollo: tres cucharadas de salsa de soja, un chorrito de vino de Jerez y un huevo entero. Y mezclamos bien (con las manos mismo)

Cuando esté bien revuelto, agregamos maizena y volvemos a remover muy bien para que todo el pollo se impregne.

Freímos ahora los trozos de pollo en aceite de girasol. Bien caliente para que queden crujientes. Vamos reservando sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.

A continuación, ponemos un wok al fuego, con un poco de aceite de girasol, lo calentamos y echamos los ajos y una cucharadita de jengibre para que vayan dorando.

Cuando empiecen a dorar, añadimos la cebolla y los pimientos, rehogamos, y añadimos la piña.

Una vez todo mezclado, echamos la salsa elaborada al principio. Si hiciera falta espesar más, añadimos un poco de maizena diluida en agua fría.

Por último, añadimos el pollo, rehogamos cinco minutos más para que mezclen sabores y podemos servir.