Echa la mezcla en un molde desmontable dónde vayas a cuajar tu tarta fría y extiéndela bien. Para que quede uniforme, puedes ayudarte con una cuchara o con tu mano. Ponlo a enfriar en la nevera y mientras haz el resto de la elaboración.

Hidrata la gelatina en agua fría durante 5 minutos y a continuación mézclala con el café caliente 30 segundos a velocidad 3 para que se disuelva completamente. Añade el queso y vuelve a mezclar 30 segundos a velocidad 3 para que esté todo bien integrado y obtengas una crema de café. Reserva.

Para que la thermomix esté fría a la hora de hacer la nata puedes picar tres o cuatro hielos y desecharlos. A continuación sécala bien y echa el azúcar. Pulverizalo durante 10 segundos a velocidad progresiva 5-10 y seguidamente echa la nata muy fría. Por la mariposa y móntala a velocidad 2 y medio / 3 durante aproximadamente 2 minutos, hasta que quede dura y firme. Ten en cuenta de que contra más fría esté la nata mejor te montará. Yo siempre la meto 10 minutos antes en el congelador.

Ves añadiendo a la nata poco a poco la crema de queso con café que habías reservado. Hazlo a mano, con movimientos suaves y envolventes para qué no pierda la firmeza. Vierte la crema en el molde. Cuando la hayas echado del todo da unos pequeños golpecitos sobre la superficie con el molde para evitar las burbujitas de aire y para que quede nivelada. Guarda en la nevera durante un par de horas (o en el congelador de media a una hora)