Lo primero es lavar la verdura. Cogemos los champiñones y con un cuchillo le hacemos un círculo que rodee el tronquito, sin profundizar mucho si no traspasaremos el champiñón. Luego, con la mano movemos el tronquito como una palanca y saldrá solo con el relleno de dentro que será lo que hemos hecho con el cuchillo. Repetimos el mismo proceso en los demás champiñones.

El calabacín lo cortamos en trozos muy pequeños, para ser más exactos en cuartos finos. Y hacemos lo mismo con los tronquitos del champiñón. Todo tiene que quedar del mismo tamaño y en trozos pequeños. Reservamos.

En un bol ponemos los dos huevos con sal y los batimos.

Cuando los tengamos bien batidos, echamos la verduras y le damos un par de vueltas. Añadimos un poco más de sal, pimienta, orégano, ajo en polvo y removemos.

En una llanda, añadimos aceite y lo restregamos con un papel. Ahora con una cuchara, vamos rellenando los champiñones con la mezcla del bol, que se quede compacto y que sobresalga un poco.