Primero se prepara el caldo: se hierven las pechugas de pollo con los demás ingredientes del caldo, a fuego lento, hasta que las pechugas estén lo bastante blanditas como para ser deshebradas con facilidad). Después, se cuelan las verduras del caldo, y las pechugas se sacan, se dejan enfriar un poco y se deshebran, como se muestra en la foto. Se reserva caldo colado y pollo.

A continuación, se preparan las tortillas: se cortan en tiras delgadas y se fríen en aceite (yo siempre frío unas cuantas más, para poner como acompañamiento). Se reservan.

En una sartén sin aceite, se pochan un poco los tomates, con la cebolla y el diente de ajo (no los del caldo, sino los que tenemos reservados y crudos para la sopa). Después, se meten en el vaso de la batidora y se muelen. También preparamos el chile pasilla: lo abrimos y partimos en pedacitos y reservamos las semillas y las venillas en un platito para la guarnición. La carne del chile se deja en remojo (mejor si está un buen rato, por ejemplo, mientras asamos y molemos lo demás).

En la sartén se pone un poco de aceite y se da unas vueltas, primero, al chile en pedacitos. Después, se vierte el puré preparado en el apartado anterior y se pasa un poco en la sartén con el chile. Después, se vierte todo en el vaso de la batidora y se bate todo junto.

Ponemos el caldo de pollo al fuego y le vertemos el puré del apartado anterior. Añadimos la carne de pollo deshebrado (ojo, no nos pasemos cuajando de pollo el caldo). Añadimos unas cuantas tortillas fritas (no nos pasemos, tampoco) y lo dejamos hervir unos cuantos minutos, (entre 8 y 10). Rectificamos de sal y después, servimos en cuencos, calentito.