Solomillo de cerdo con salsa de piquillos y tomate

Ptega
Ptega @ptega
Santander

Vamos con una receta sencilla, sana, con muchísimo sabor y en la que vamos a necesitar muy poquitos ingredientes. La salsa combina perfectamente con el solomillo y en cada bocado podemos apreciar el sabor que aportan todos los ingredientes.

Leer más
Editar receta
Ver informe
Compartir

Ingredientes

2 raciones

Paso a paso

  1. 1

    Agrupamos todos los ingredientes. Limpiamos el solomillo de grasas. Cortamos en juliana la cebolleta. Limpiamos los pimientos de semillas y los cortamos en tiras. Pelamos, retiramos el gérmen de los ajos y laminamos.

  2. 2

    Salpimentamos el solomillo al gusto y ponemos al fuego una cazuela amplia con un chorrito generoso de aceite y cuando esté caliente echamos el solomillo y lo doramos a fuego medio-alto un par de minutos por cada lado. Retiramos y colocamos en un plato cubierto con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Reservamos.

  3. 3

    En el mismo aceite donde hemos sellado la carne echamos la cebolleta, los ajos y un poquito de sal y cocinamos a fuego medio 10 minutos. Agregamos los pimientos y dejamos al fuego 10 minutos. Incorporamos la salsa de tomate frito y cocinamos 20 minutos a fuego medio-lento.

  4. 4

    Agregamos el solomillo y dejamos que se haga a fuego medio-lento 10 minutos por cada lado. Retiramos del fuego y sacamos el solomillo y reservamos.

  5. 5

    Con ayuda de una batidora trituramos bien asegurándonos que no nos queden grumos. Llevamos nuestra salsa al fuego, agregamos la carne y cocinamos a fuego medio-lento otros diez minutos más por cada lado.

  6. 6

    Ya tenemos nuestro plato listo para comer. Yo lo acompañé con unos gajos de patata cocida, pero las fritas le van genial y sólo el solomillo con la salsa es un plato perfecto, eso sí lo toméis con patatas o no, el pan es imprescindible para mojar la salsa. Espero que os guste!!

Recetas enlazadas

Reacciones

Editar receta
Ver informe
Compartir

Comentarios

Escrita por

Ptega
Ptega @ptega
Santander
He de confesar, que nunca me había gustado la cocina, es más de chiquitilla solía huir de ella y casi lloraba cuando los Reyes me traían una cocinita. Es más hasta que me casé sólo entraba en la cocina por necesidad, por pura subsistencia, había que comer y de platos precocinados y carnes o pescados a la plancha no pasaba.Tras casarme, empecé a curiosear por Internet y a intentar elaborar las recetas que encontraba, a veces con más acierto y otras con menos y en ese tiempo descubrí que la cocina me relaja, que me gusta probar cosas nuevas, aunque a veces con las prisas acabamos con el sota, caballo y rey.Ahora os cuento un poquito de mi, soy, como dice una amiga, una viejoven. Me gusta pasar el tiempo con la gente que quiero, ansío cada año que llegue el 15 de mayo para volver al pueblo de mi infancia y reencontrarme con esos amigos que no necesitas ver a menudo para saber que han sido, son y serán las personas que con un gesto borran todas las tristezas.
Leer más

Recetas similares