Cheesecake con frutos del bosque y glaseado espejo

Mousse de frutos del bosque: Triturar los frutos del bosque con la batidora de mano, podéis escoger la frutilla que más os guste, si le cuesta triturar se puede añadir un cuarto de vaso de agua. Una vez triturado se colará para quitar las impurezas.

Llevar a ebullición y añadir el azúcar. Removed hasta que el azúcar esté bien disuelta. Se reserva mientras se deja enfriar. Es el momento de montar la nata bien firme y poner a hidratar las hojas de gelatina en agua.

Una vez templada la salsa de frutos del bosque se le añade la gelatina bien escurrida y se moverá hasta que quede bien disuelta. Se añade un poco de la nata montada integrándola bien, con esto enfriaremos aún más la mezcla.

Verter los frutos del bosque sobre la nata montada y mezclar con movimientos envolventes suaves, desde fuera hacia dentro. Hay que hacerlo delicadamente para que la nata no pierda el aire.

Echaremos la mousse en un molde de silicona de tamaño menor que el molde de la tarta final, si no tenéis luego podéis recortar la mousse sin problemas, y se llevará al congelador durante una hora.

Bizcocho de chocolate: Derretimos el chocolate junto a la mantequilla. Se puede usar el microondas a intervalos de 30 segundos para no quemarlo. Separamos las claras de las yemas. Se baten las yemas y se montan las claras a punto firme.

Se mezclan las yemas batidas con las claras montadas en movimientos envolventes. Una vez mezclado se añade el chocolate integrándolo con movimientos envolventes con cuidado de no bajar las claras.

Extendemos la mezcla sobre papel de hornear y se lleva al horno precalentado a 180 grados, con la función calor arriba – abajo, durante 8 – 10 minutos. Finalizado el horneado se dejará enfriar sobre una rejilla.

Mousse de Queso: Aplastamos un poco el queso para que quede más manejable y le añadimos el azúcar. Para que queden bien integrados los calentaremos hasta que el azúcar quede bien disuelta. Montaremos la nata en punto firme y pondremos a hidratar las hojas de gelatina.

Una vez que el queso haya templado se le agregan las hojas de gelatina bien escurridas. Se remueve hasta que estén completamente disueltas. Se mezcla el queso con la nata montada en movimientos envolventes, desde fuera hacia dentro, intentando de no bajar la nata. Se vierte un poco menos de la mitad de la mousse de queso en un molde de silicona y se alisa la superficie.

Sacamos la mousse de frutos del bosque del congelador, desmoldamos y colocamos centrándola sobre la mousse de queso. Cubrimos la mousse de frutos del bosque con la mousse de queso, reservando un par de cucharadas.

Glaseado espejo: Troceamos el chocolate y ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua. Disolvemos el azúcar en el agua, junto con la leche condensada. Para ayudarnos se pone la mezcla a calentar hasta que queden todos los componentes bien integrados.

Es el momento de añadir el colorante. Se añadirá poco a poco mientras se va mezclando hasta conseguir el color deseado. Ahora habrá que esperar hasta que el glaseado vaya espesando. Tardará entre media y una hora aproximadamente. Os recomiendo removerlo de vez en cuando. Estará listo cuando su textura sea parecida a la de la miel. Si tenéis termómetro de cocina su temperatura debería estar entre 30 y 35 grados.

Una vez listo el glaseado se desmoldará la tarta que estará completamente congelada. Hay que colocarla sobre un recipiente que estará sobre una rejilla. Se vierte el glaseado sobre la tarta, dejando que caiga por los bordes. Una vez cubierta hay que dejarla gotear el glaseado durante diez o quince minutos antes de intentar quitar los sobrantes que cuelgan.