Albóndigas de pollo en salsa de tomate y zanahoria en brochetas (para dieta)

Congelar ligeramente las pechugas para que sea más fácil picarlas con cuchillo. La carne debe estar firme no congelada completamente. Ponerla en un bol o fuente adecuada.

Añadirle las cuatro cucharadas de salvado de avena.

Agregarle el huevo y los condimentos (ajo picado, orégano, sal y nuez moscada).

Mezclarla bien y en una fuente aparte poner el salvado para rebozar las albóndigas.

Armar las albóndigas y pasarlas por salvado de avena.

Reservarlas para cocinarlas en la salsa.

Para hacer la salsa: pelar y picar la cebolla. Picar los pimientos y los tomates al natural. Pelar y cortar la zanahoria en dados muy pequeñitos. Poner todos estos ingredientes en una sartén y rehogarlos a fuego lento. Condimentar la salsa con orégano, pimentón, pimienta y sal.

Incorporar las albóndigas a la salsa. Cocinar a fuego moderado hasta que la zanahoria quede blanda.

Mezclar de vez en cuando las albóndigas para que se cocinen de manera pareja y tomen el sabor de la salsa.

Retirar las albóndigas y pasar la salsa a un recipiente en dónde se puedan licuar o triturar las verduras (opcional).

Servir las albóndigas bañadas en salsa de tomate y zanahoria. El plato debe servirse caliente.

También se pueden presentar las albóndigas en brochetas sobre la salsa.

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