Sopa detox

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Santiago de Compostela

Mucho oímos hablar en los últimos tiempos de las dietas detox, y nos lanzamos todos a lo loco a tomar sopas y mezclas incomibles para intentar quitar esos kilos de más o para intentar solventar la contaminación a la que sometemos a nuestros cuerpos.

Pero he aquí una advertencia: no todo el mundo puede seguir una dieta detox. No es recomendable para embarazadas, diabéticos, problemas de anemia, enfermedad de corazón, de riñones o del hígado, así como si se tiene un débil sistema inmunitario, hipotiroidismo o baja presión sanguínea… y ni de broma someter a los niños a estas dietas.

La primera vez que me topé con la dieta detox fue cuando tuve un problema de espalda, o mejor dicho, de cervicales, y mi fisioterapeuta me dijo que el problema podía estar originado en el hígado.

Dicho lo cual, me pareció bastante increíble. Así que me puse a investigar sobre el asunto. Y sí que tiene una cierta razón, ya que todas las vísceras se encuentran protegidas por los músculos, los cuales pueden reflejar determinada disfunción.

Así que Adriana, que es mi fisio, me dio esta receta y la probé. Eso sí, tengo que admitir que ella me la dio sin sal, pero no fui capaz. Un toque de sal hace que pase de ser una sopa incomible a una sopa fácilmente incorporable a nuestra dieta.

Realmente lo que hay que tomar, para proceder a una desintoxicación del hígado, como me dijo ella, es sólo el líquido. Pero ya puestos a hacer la sopa, ¿por qué no tomarla?

Está buena, os puedo asegurar.

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Ingredientes

30 minutos
4 raciones

Paso a paso

30 minutos
  1. 1

    Los ingredientes que he utilizado (a excepción de las semillas de lino), son los que aparecen en la fotografía que está a continuación.

  2. 2

    Pelar y limpiar el nabo, las zanahorias, la cebolla y el puerro.

    Lavar bien el apio y el perejil.

    Rallar la cúrcuma y el jengibre.

  3. 3

    Ponemos todos los ingredientes en una olla cubierto con agua y lo ponemos a fuego media hora.

  4. 4

    Quien quiera tomar la sopa depurativa puramente dicha, tiene que tomar sólo el líquido, en varias tomas a lo largo del día.

    Para los demás, pasar por una batidora y echarle un poco de sal. Está mejor de lo que aparenta.

    Buena salud

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Caricatura gris dibujada a mano de una cámara y una sartén con estrellas saliendo de la sartén

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Santiago de Compostela
Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas.Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano.Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-.Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar.Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
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