Albóndigas ligeras- sin huevo ni pan

lacocinademinia.es
lacocinademinia.es @lacocinademinia
Santiago de Compostela

Las albóndigas tienen un gran problema: repiten. Y por poco que comamos, las tenemos en la garganta toda la tarde.

Pero ya he conseguido un par de recetas que no repiten. Una de ellas es la de las albóndigas rellenas, así como alguna de pescado.

Pero lo que sí que hay que decir en positivo de las albóndigas es que es un buen recurso para dejar la comida preparada de un día para otro, o bien para poder tener comida lista en el congelador. Ya sabéis que soy la reina del congelado. Siempre viene bien tener algún que otro plato preparado en el congelador al que poder echar mano cuando no apetece cocinar, o cuando, simplemente, no se puede.

De hecho, acabo de pasar por una gripe de estas que hacen historia y no sabéis lo que agradecí ser tan previsora. En casa estuvimos una semana entera comiendo variado pero de cosas que iba sacando de mi electrodoméstico favorito.

En este caso he sustituído dos de los elementos que hacen más pesadas las albóndigas: el huevo y el pan.

El huevo lo he sustituido por la chía, la cual confiere la misma textura a las preparaciones que el huevo, y el pan por una crema que hice con setas.

Aparte de esto, directamente he eliminado el uso del ajo, aunque ya sabéis que no me cuesta mucho prescindir de el. He de admitir que en mi casa el ajo se acaba estropeando, y eso que sólo compro cabezas sueltas.

Leer más
Editar receta
Ver informe
Compartir

Ingredientes

60 minutos
4 raciones
  1. 1 cucharadachía
  2. 250 grssetas Portobello
  3. 1cebolla
  4. 500 grscarne picada de cerdo
  5. 500 grscarne picada de ternera
  6. Sal
  7. 1 manojocilantro
  8. 0.5 cucharadapimienta negra
  9. Aceite
  10. 0.5pimiento rojo
  11. 0.5pimiento verde
  12. 0.5pimiento amarillo
  13. 2zanahorias
  14. 100 grsguisantes
  15. 1chalota
  16. 1 vasovino de Jerez
  17. Harina

Paso a paso

60 minutos
  1. 1

    Limpiamos y cortamos la cebolla en trozos. También limpiamos con un trapo las setas y las cortamos en cuatro trozos cada una. En una sartén pondremos una base de aceite de oliva y echamos las setas y la cebolla. Dejaremos pochando a media intensidad durante unos 10 minutos, hasta que ablanden lo suficiente. Mientras tanto, pondremos en medio vaso con agua las semillas de chía, para que se gelatinicen.

  2. 2

    Ponemos a hervir con suficiente agua como para que los cubra, los guisantes con u poquito de sal. Dejaremos que hierva unos 20 minutos.

  3. 3

    Una vez que estén las setas listas, las pasamos por la trituradora hasta hacer una papilla.

  4. 4

    Iremos preparando la salsa. Para ello limpiamos y picamos los pimientos, la chalota y las zanahorias.

  5. 5

    Los pondremos en una cacerola con un fondo de aceite de oliva. Dejaremos que se hagan a fuego medio hasta que se ablanden. Entonces añadiremos el vino y el agua de cocer los guisantes (aproximadamente cuatro vasos), así como un poquito de sal. Dejaremos que se vaya haciendo la salsa a fuego medio mientras continuamos con el resto de la preparación.

  6. 6

    Mezclamos bien la carne picada, la chia con el agua, la crema de las setas, el cilantro, un poco de sal y la pimienta negra.

  7. 7

    Vamos haciendo bolas del tamaño de una nuez y las vamos pasando por la harina. En una sartén echamos bastante aceite de oliva y vamos friendo las albóndigas por tandas. Las vamos retirando a un plato con papel absorbente.

  8. 8

    Pasaremos la salsa por la batidora y le añadimos al final los guisantes, para que queden enteros.

  9. 9

    Pasaremos la salsa por la batidora y le añadimos al final los guisantes, para que queden enteros.

Reacciones

Editar receta
Ver informe
Compartir

Cooksnaps

¿Cómo te salió? Recomienda esta receta mandando tu Cooksnap

Caricatura gris dibujada a mano de una cámara y una sartén con estrellas saliendo de la sartén

Escrita por

lacocinademinia.es
lacocinademinia.es @lacocinademinia
Santiago de Compostela
Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas.Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano.Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-.Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar.Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
Leer más

Recetas similares