Albóndigas de Cerdo con Manzana

Empezamos preparando la mezcla para nuestras albóndigas. Así nos aseguramos que macere durante un tiempo. Si puedes hacerlo con un par de horas de antelación, mejor que mejor.

En un bol ponemos la carne picada de cerdo junto con la manzana rallada, el perejil, la sal, la pimienta negra y la pizca de canela molida.

Batimos un huevo y lo agregamos a la mezcla anterior.
Mezclamos todo (no tengas miedo de usar tus manos) hasta que la carne quede totalmente impregnada en huevo.

Aplanamos (no aplastamos) la carne con ayuda de un tenedor, tapamos con papel film y dejamos macerar como mínimo 30 minutos.

Pasado este tiempo, iremos formando bolitas del tamaño de una nuez ayudándonos de nuestras manos a de una cuchara. Si no te ha quedado una masa compacta, añádele una cuchara de pan rallado, remueve, deja reposar un par de minutos para que actué y forma tus bolitas.

Pasaremos por harina y sacudiremos el sobrante de la misma.

Freímos en una sartén con abundante aceite caliente hasta conseguir el tono dorado perfecto para nuestro gusto. Retiramos y dejamos escurrir sobre papel absorbente. Reservamos…

Aprovechamos para ir preparando la salsa. He de confesar que yo ya la tenía preparada. Me sobró de una preparación anterior y me dio coraje tirarla.

En una cazuela baja ponemos a calentar el aceite. Cuando coja temperatura, agregamos la zanahoria, el apio y el pimiento cortados en brunoise y también la cebolla y el ajo que tendremos rallados o cortados finamente.

Iremos rehogando y cocinando todo el conjunto a fuego suave a fin de que se mezclen todos los sabores.

Pasados unos 10 minutos, subimos a fuego medio-alto y dejamos que cojan color.

Agregamos el tomate frito y dejamos cocinar hasta que pierda el agua.

Vertemos el vaso de vino blanco y dejamos evaporar el alcohol completamente.

Llegados a este punto podemos agregar un vaso de agua en el que habremos disuelto una cucharadita de harina de maíz y dejaremos espesar lentamente. Esta sería mi forma de servir las albóndigas esta vez. (Yo congelo el sobrante en porciones y retiro cada vez que la necesito. Sirve como base para infinidad de guisos)

O podemos optar por cocinar las albóndigas con la salsa. Para ello pondremos todas nuestras albóndigas en la cazuela acomodándolas en ella. Cubrimos con suficiente agua y cocinamos a fuego medio.

Agregamos la pastilla de caldo desmenuzándola y dejamos cocer hasta que la salsa espese.