Comenzamos dando un hervor al bacalao en este caso era un lomito Skrey. Después lo colamos, le quitamos la piel, espinas y reservamos.

Ponemos a fuego medio una cazuela con el agua y la mantequilla. Cuando empiece a hervir retiramos del fuego y echamos la harina tamizada con la levadura de golpe.

Llevamos nuevamente al fuego y removemos con una cuchara de madera hasta conseguir una masa homogénea y sin grumos, que se despegue de las paredes de la cazuela. Retiramos la cazuela del fuego y dejamos templar.

Añadimos los huevos de uno en uno, de modo que hasta que no esté integrado el primero, no añadiremos el segundo y así sucesivamente. Nos quedará una masa de buñuelos al viento espesa, brillante y cremosa.

Desmigamos el bacalao, picamos menudo el perejil y los ajos, y lo añadimos todo a la masa al igual que la cdta de colorante alimenticio. Mezclamos bien, durante unas cuantas veces y dejamos enfriar en el frigorífico una hora como mínimo.

Pasado este tiempo, calentamos aove en cantidad suficiente en una sartén. Con la ayuda de dos cucharitas, formamos los buñuelos y los vamos friendo por tandas de 3 o 4 para no enfriar el aceite y no se amontonen, los vamos depositando sobre un plato con papel de cocina, para que absorba el exceso de aceite. Servir calientes.

Se puede acompañar con una mahonesa, aunque mi mujer lo ha probado igualmente con miel y Le ha parecido delicioso.

Igualmente, preparé una ensalada de brotes tiernos y como aún tenía mejillones, los hice al vapor con chorreón de limón. Buen Provecho.