Guiso con Albóndigas de Bacalao de la Abuela Paqui

Mariano
Mariano @mariano
Cartagena

En realidad esta receta lleva dos recetas, las albóndigas o “almóndigas”, que ya se puede decir así también, y el guiso en donde se incorporarán al final esos bocados deliciosos de bacalao. He hecho la receta de la abuela, sin cantidades, escrita en una libreta que recogí hace más de 30 años. Hoy le he puesto cantidades para poder compartirla aquí. He hecho 25 albóndigas, pero solo he utilizado 10 para las dos raciones que he cocinado de guiso. El resto están congeladas para usar otro día en otro guiso como alguno de garbanzos con acelgas, por ejemplo.

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Ingredientes

1 hora 30 minutos
2 raciones
  1. Para las albóndigas
  2. 500 grsbacalao desalado
  3. 1cebolla tierna no muy grande
  4. 1huevo
  5. Perejil
  6. Piñones
  7. 3 rebanadaspan de molde sin corteza
  8. 1 pizcaSal
  9. Harina y pan rallado
  10. aceite de girasol para freír
  11. ——————
  12. Para el guiso
  13. 1/2Cebolla tierna
  14. 1/4puerro
  15. 1/2pimiento
  16. 1/2 cdtaharina
  17. 1 cdtapimentón dulce
  18. 1 copavino Montilla Moriles
  19. 1tomate rallado
  20. 1patata grande
  21. 1zanahoria
  22. 4champiñones
  23. 50 grsguisantes
  24. 1/2 pastillacaldo de pescado
  25. Sal
  26. Pimienta
  27. aceite de oliva virgen

Paso a paso

1 hora 30 minutos
  1. 1

    Quitamos la piel y las espinas a los trozos de bacalao y lo desmigamos. Picamos el bacalao junto con la cebolla tierna, el perejil y la miga de pan, (he usado 3 rebanadas de pan de molde sin corteza), todo en el vaso de la Thermomix porque es lo que me ha parecido más cómodo.

  2. 2

    Retiramos a una bandeja y ahí incorporamos los piñones y el huevo sin batir. Mezclamos todo hasta conseguir una consistencia más o menos homogénea y suficiente para poder manejarla y hacer las albóndigas del tamaño que nos parezca bien. Corregimos de sal si fuera necesario.

  3. 3

    Formamos las albóndigas y las espolvoreamos en la mano con un poco de harina y pan rallado (mezclados).

  4. 4

    Las freímos con abundante aceite para que queden doradoras por todos los lados. Sacamos a un papel de cocina para quitar el exceso de aceite y reservamos.

  5. 5

    Para este guiso de dos raciones, he frito 10 albóndigas, aunque con las cantidades que he utilizado han salido 25. El resto las he congelado sin freír, para utilizarlas en otros guisos o directamente fritas como una tapa de aperitivo, que acompañadas con una cervecita fresca están deliciosas.

  6. 6

    Mientras hacíamos todo esto habíamos puesto en una olla una cucharada de aceite de oliva virgen y ponemos a sofreír media cebolla picada con el puerro picado y el pimiento también picado. Pasados unos minutos y cuando la cebolla está transparente añadimos el pimentón dulce y lo tostamos un poco, sin que llegue a quemarse porque amargaría y también sofreímos la harina y una vez tostada añadimos el tomate rallado, lo salpimentamos y sofreímos un par de minutos.

  7. 7

    Incorporamos la copa de vino blanco, en esta ocasión he utilizado un Montilla Moriles de barril, oloroso y riquísimo. Dejamos que reduzca el alcohol y prácticamente el vino y ahora añadimos medio litro de agua y media pastilla de caldo de pescado (podemos utilizar directamente medio litro de caldo de pescado si lo tenemos preparado). Mientras le damos tiempo a que empiece a hervir vamos cortando la patata en trozos grandecitos y salamos. Trocéanos también la zanahoria y los champiñones.

  8. 8

    Cuando esté hirviendo añadimos en la olla las patatas, la zanahoria, el champiñón y los guisantes, probamos para poner sal y tapamos la olla para que a fuego medio se vaya haciendo el guiso durante unos 20 minutos.

  9. 9

    Una vez pasado este tiempo comprobamos que no haya evaporado mucho y si fuese necesario corregimos de agua o caldo de pescado. Comprobamos también que las patatas están hechas. En este momento introducimos las 10 albóndigas que teníamos reservadas ya fritas y dejamos que termine de cocer unos 5 o 6 minutos.

  10. 10

    Emplatamos y a disfrutar de este maravilloso y sencillo plato de cuchara que marida perfectamente con un vino blanco bien frío, un Verdejo por ejemplo le viene de maravilla.

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