Panna cotta o panacota a la vainilla con salsa de frambuesa casera

Ponemos la nata la leche y el azúcar en una olla, abrimos a lo largo la vaina de vainilla y con un cuchillo raspamos semillas, las incorporamos a la olla junto a la vaina también, encendemos el fuego a temperatura media, removemos un poco y esperamos a que comience a hervir, después dejamos hervir durante 5 minutos a temperatura media, mientras cuece la mezcla ponemos a hidratar en agua fría las hojas de gelatina.

Una vez que ha cocido la mezcla de nata los 5 minutos apagamos el fuego y dejamos reposar 2 minutos, después escurrimos bien la gelatina y la incorporamos a la olla, mezclamos muy bien y repartimos en los moldes que vayamos a usar, dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego los pasamos a la nevera al menos 4 horas para que cuajen por completo.

Una vez que las panacotas están cuajadas y si las hemos puesto en moldes de silicona para poder desmoldar las pasaremos al congelador un mínimo de 1 hora a si se pueden desmoldar sin que se rompan, después solo tenemos que desmoldarlas y esperar unos 20 minutos antes de servirlas para que se descongelen.

Preparamos la salsa o sirope de frambuesas, reservamos algunas para la decoración final el resto las ponemos en un cazo y le añadimos el azúcar, le añadimos unas 2 cucharadas de agua, ponemos al fuego y dejamos hervir a temperatura baja 20 minutos removiendo de vez en cuando, después colamos y dejamos enfriar antes de utilizarla.

Servimos nuestras panacotas acompañadas de la salsa de frambuesas, una frambuesa fresca y unas hojitas de menta, solo nos queda disfrutarlas. Probadlas os van a encantar.