Cortamos el pan en rebanadas de unos 2 cms.

En un cazo ponemos la leche, el azúcar y la cucharada de azúcar avainillado, la piel de limón y de naranja y la rama de canela. Lo calentamos y lo retiramos del fuego antes de que llegue a hervir. Dejamos atemperar unos pocos minutos.

Vamos untando con natillas de chocolate la mitad de las rebanadas de pan.

La otra mitad de las rebanadas las ponemos encima haciendo una especie de sándwiches. Las ponemos en una fuente amplia.

Echamos la leche en la fuente donde tenemos las rebanadas de pan, aproximadamente las vamos a dejar unos 5 minutos o 10 minutos (según veamos que se empapa el pan). Lo bueno es que esté completamente empapado.

Las pasamos por huevo batido

Ponemos una sartén al fuego con abundante aceite (que cubra las torrijas algo más de la mitad) y cuando el aceite esté caliente las vamos friendo de pocas en pocas dejando el fuego a media temperatura. La torrija estará lista en unos 3 o 4 minutos. Las sacamos cuando estén doradas por los dos lados.

Las ponemos en papel absorbente para quitar el exceso de grasa.

Incorporamos los ingredientes del sirope en un cazo y lo ponemos a fuego medio, cuando se haya disuelto por completo el azúcar y la miel lo retiramos del fuego.

Con la ayuda de una espátula vamos dejando en el sirope cada torrija más o menos un minuto.

Las sacamos del almíbar y las dejamos reservadas.

En un plato echamos el azúcar y canela del rebozado y mezclamos bien.

Dejamos atemperar un poco las torrijas y después las rebozamos con la mezcla de azúcar y canela. Y a disfrutar...