Preparamos todos los ingredientes (separar las claras de las yemas del relleno, segunda fotografía, reservar las yemas)

Molde a usar, redondo, desmontable, 22 cm. de diámetro, todo el molde engrasado y enharinado. Precalentamos el horno a 180 grados calor arriba y abajo. En un bol ponemos la harina, el azúcar, los huevos enteros, la mantequilla, la levadura, la vainilla, la sal y 1 yema de las que tenemos reservadas. Incorporar todos los ingredientes con las manos, inmediatamente se van a unir, formar una bola y cortar en 2 partes, una de las partes será 1/3 de masa aproximadamente

Poner la bola más grande sobre film transparente, con los dedos ir estirando hasta formar un círculo, poner otro film transparente encima y estirar con rodillo, quitar el film de la parte de arriba y voltear la masa sobre el molde

Quitar el film, ajustar muy bien la masa en el molde, recortar el sobrante de la masa, reservar.

En un bol ponemos el requesón, el queso crema, el azúcar, la vainilla, las 2 claras y empezar a mezclar bien, incorporar la segunda yema reservada y mezclar

Poner el relleno sobre el molde, repartir muy bien, espolvorear toda la superficie con canela molida (le va a proporcionar un sabor al relleno muy delicioso)

Estirar la bola de masa pequeña, voltear sobre el molde, recortar el sobrante

En bol ponemos 1 huevo y 2 cucharadas de leche entera, mezclar bien, pincelar toda la superficie del pastel, una vez pincelada vamos a presionar con los dedos el contorno de la masa (así se unirán las dos masas y no se saldrá el relleno) pinchar con un tenedor la superficie del pastel. Meter en el horno durante 45’ (el olor que tenemos en la cocina es tremendo!)

Sacar del horno y dejar enfriar por completo antes de desmoldar, voltear el pastel y desmoldar

Pueden espolvorear toda la superficie con azúcar glas, en mi caso voy a utilizar una plantilla de decoración

Una verdadera delicia para el paladar!